Vivimos inmersos en un mundo de sonidos, agradables unas veces, desagradables otras.
Estos ruidos pueden influir por ejemplo en el rendimiento en el trabajo, si lo realizamos en espacios donde hay conversaciones en voz alta de otros compañeros o el ir de acá para allá sin cuidado, dando portazos, etc. crean un ambiente poco propicio para la concentración.
También pueden tener efectos perjudiciales en la salud y se localizan principalmente en
El Oído
- Produciendo trauma acústico a causa de un sonido muy intenso y breve, que puede llegar a la sordera temporal o prolongada, dependiendo de las situaciones.
En el Sistema Nervioso
- Alteración de la función respiratoria, cardiaco-vascular y digestiva en casos de sobresalto y sustos.
- Molestias, irritabilidad, cansancio, fatiga y como consecuencia disminución del rendimiento, dependiendo de la sensibilidad de cada persona.
Soy una profesional de la psicología con más de 20 años de experiencia, especializada en terapia con parejas, adolescentes y adultos. ¿Quieres saber más sobre mi? Visita el apartado ¿QUIÉN SOY?