Según los últimos datos del INE sobre defunciones por causa de muerte, el suicidio es la principal causa externa de muerte en España y constituye la principal causa de defunción entre las personas de 15 a 39 años.
Explicar las causas de estos datos no es fácil; ya que no hay una respuesta única. El suicidio no es algo que ocurra en el vacío tiene lugar en un contexto específico y en unas circunstancias determinadas de la vida de una persona, en la que la desesperanza y el sufrimiento cobran especial importancia.
El entorno cultural en el que nos movemos no facilita la asunción de emociones negativas, la desdicha o el sufrimiento. Pareciera que alcanzar la felicidad permanente es el principal objetivo en la vida. Como dice el profesor Marino Pérez, hay un tipo de ideología positiva que sanciona y sentencia a las personas que sufren, que padecen algún trastorno mental grave o que se encuentran profundamente solas o desorientadas.
Esto unido a una sociedad cada vez más individualizada donde aumenta el número de personas que viven solas es un caldo de cultivo para la desesperanza y la avocación al suicidio.
¿Cuáles son los factores de riegos que llevan a las conductas suicidas?
Según la OMS, la presencia de trastornos mentales, especialmente depresión, trastorno límite de personalidad, esquizofrenia y trastornos por consumo de alcohol son importantes factores de riesgo de suicidio en Europa y América del Norte.
Otros factores de riesgo como: trauma o abuso en la infancia, dolor crónico, desesperanza, antecedentes familiares de suicidio, pérdida de empleo, dificultades económicas, aislamiento y falta de apoyo social, son algunos de ellos.
Los factores de riesgo para conductas suicidas en los jóvenes son un poco diferentes. Así, según un ensayo clínico llevado a cabo en Europa, las conductas que correlacionan con un mayor riesgo de suicidio en esta población serían, una escasa actividad física, dormir poco, consumir alcohol y tabaco, uso patológico de internet, preocupación por la orientación sexual, ser víctima de acoso escolar, ser inmigrante y la presencia de depresión, ansiedad y conductas auto lesivas.
¿Cómo puede ayudar la psicología?
La terapia psicológica ofrece un espacio para entender y debatir los problemas clínicos y existenciales presentes en las conductas suicidad. El psicólogo puede validar el sufrimiento de los pacientes y orientar hacia la vida ofreciendo al paciente nuevas estrategias para afrontar los problemas.
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