Acoso EscolarEn los últimos años, la incidencia de casos de acoso escolar en los centros educativos ha aumentado considerablemente.

Según afirma Save The Children en su informe ‘Percepciones y vivencias del acoso escolar y ciberacoso entre la población española de 10 a 17 años‘. Más de la mitad de los niños y niñas encuestados afirman haber sufrido algún tipo de violencia o humillación en el colegio, como burlas, rumores, golpes o exclusión social. Uno de cada cuatro afirma haber participado en algún acto violento o humillante hacia otro compañero/a; siendo la burla el tipo de humillación más declarado seguida de la difusión de falsos rumores o mentiras.

No es que el acoso escolar sea una cuestión que haya aparecido recientemente, siempre se ha dado, aunque se adoptaba una actitud pasiva frente al mismo; ya que se consideraba “cosa de niños”. Sin embargo, el aumento de casos que han ido saliendo a la luz, han visibilizado las consecuencias que tiene no sólo, en el rendimiento académico y éxito social de la persona que lo sufre, sino con consecuencias más trágicas como el suicidio de alguna de las víctima que lo han padecido.

¿Qué se considera Acoso Escolar?

Una conducta de persecución física y/o psicológica que hace un alumno/a a otro/a al que escoge cómo víctima de sus ataques continuos.

Un alumno/a se convierte en víctima cuando está expuesto de forma repetida y durante un tiempo a acciones negativas llevadas a cabo por otro alumno o varios. Por lo tanto, en el acoso hay tres protagonista; el agresor, la víctima y los espectadores.

De aparición más reciente y con el mayor uso de las tecnologías de la información y comunicación (TIC), está el Ciberacoso en el que se dan chantajes, vejaciones e insultos de un niño a otro a través de las redes sociales.

La revista Infocop publicó en el 2016 una entrevista realizada a Maite Garaigordóbil, doctora en psicología, sobre este tema

¿Qué hacer ante el Acoso Escolar?

La detección temprana es fundamental para evitar consecuencias irreversibles y las medidas que se tomen deben implicar a todo el centro educativo. También el contexto familiar y las relaciones de apoyo que tenga el niño son fundamentales.

Desde el entorno familiar una vez detectado el acoso, lo más aconsejable es mantener la calma y tener muestras de confianza en el niño. Dialogar con el dejándole que se exprese sin interrumpirle. No decirle lo que debería o no debería haber hecho. Reforzar su autoestima haciéndole sentir que están allí para apoyarle, acompañarle y ayudarle.

Quizás será necesario recibir la orientación de algún profesional de la psicología para saber cómo hacerlo.


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